Olona mete a FACUA en la campaña

Casi in extremis, el penúltimo día, la candidata de Vox ha metido a FACUA en la campaña para incluirla en su lista de enemigos de España. Durante un masaje con un youtuber de Vox, Macarena Olona ha asegurado este jueves que tiene «mucha curiosidad por examinar algunos expedientes de concesión de subvenciones, entre otras las de FACUA», tras lo que afirmó que en esta organización de consumidores «han demostrado que son claros activistas al servicio del gobierno de turno». Lamentablemente, Olona debió olvidar en su casa de Salobreña la lista de acciones llevadas a cabo por FACUA para servir a los intereses del gobierno del PP y Ciudadanos porque no mencionó ninguna.

En cualquier caso, escuchar a alguien vinculando a FACUA con el PP resulta un soplo de aire fresco, aunque con ello demuestre tener encima una torrija que no la supera ni Juan Marín.

Lo que no supone ninguna novedad es que quien encabeza la candidatura de Vox a la Junta de Andalucía deslice que cometemos irregularidades con las subvenciones. Fue uno de los mantras de su antecesor. Acusaciones que terminaron estallándole en la cara al dimitido Francisco Serrano, imputado por un delito de fraude en ayudas públicas por valor de 2,5 millones de euros.

Como bien dice mi querido Jonathan Martínez, «el fascismo ofrece a las masas un vehículo para que expresen su rabia pero no reclamen sus derechos». Para ello, se dedican a señalar a enemigos en torno a los bulos que fabrican sobre ellos. En el caso de FACUA, por el mero hecho de que recibe subvenciones para defender a los consumidores de abusos y fraudes. Ayudas públicas cuya cuantía, por cierto, representa una ínfima parte del dinero que ayuda a retornar al bolsillo de los consumidores o las arcas públicas mediante las multas que se imponen a las empresas cuyas irregularidades destapa y denuncia.

Porque en Vox no pueden atacar a los auténticos enemigos de los ciudadanos. A las empresas que nos roban. No pueden hacerlo porque, como todas las derechas, están a su entero servicio, como dejaron claro cuando votaron en contra de la bajada del IVA de la electricidad o del tope al gas para recortar las subidas de la luz.

A quienes atacan los ultras, con insultos y bulos, es a quienes luchamos contra los fraudes de sus amos. Con las empresas como Iberdrola, Olona nunca se atreverá a enfrentarse. Ella sencillamente se dedica a pagarle sin rechistar sus infladas facturas o mostrarle su pleitesía invirtiendo en un patético paquete de 600 euros en acciones.

 

Publicado originalmente en El Plural.