En nueve años, entre 2004 y 2012, la Comunidad de Madrid destinó al negocio de Luis Pineda al menos 1,5 millones de euros de dinero público. Su esposa, Teresa Cuadrado, había sido a comienzos de la década pasada directora general de Consumo en la época de Luis Blázquez como consejero de Economía. La investigación del juez Pedraz apunta a que Ausbanc habría hinchado su número de socios para acceder a subvenciones, que en muchos casos planteaban como condición que sus destinatarios no tuviesen ánimo de lucro.
Luis Pineda tuvo la «visión» de crear Ausbanc en 1986. Pero tardó diecisiete años en lograr acceder a las subvenciones del Instituto Nacional del Consumo (INC). Lo hizo en 2003. Era el último año de José María Aznar como presidente del Gobierno, que acababa de poner a Ana Pastor al frente del Ministerio de Sanidad y Consumo. Pineda consiguió recibir estas subvenciones de nuevo en 2004, recién iniciado el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pero al año siguiente no sólo se quedó sin ellas, sino que el gobierno socialista lo expulsó del registro estatal de asociaciones de consumidores y usuarios (Reacu). Expulsión que quedó en suspenso por los recursos judiciales de Ausbanc y acabó ratificada por la Audiencia Nacional definitivamente en noviembre de 2010.
Pineda tuvo que esperar al regreso del PP al Gobierno de España para que volvieran a inscribir a Ausbanc en el Reacu -lo conté en este reportaje en Sabemos-. Y con ello, lograr de nuevo subvenciones del INC -hasta que fue otra vez expulsada en 2014-. Pero durante todos esos años no se quedó sin subvenciones públicas. Ni mucho menos. Gracias a las relaciones de Luis Pineda y María Teresa Cuadrado, su esposa, con personas claves del PP de la Comunidad de Madrid, entre 2004 y 2012 lograron al menos 1,5 millones de euros de dinero público a través de su falsa asociación de usuarios.
Cuadrado fue directora general de Consumo de la Comunidad de Madrid al final de la etapa de Alberto Ruiz-Gallardón como presidente. La cesaron ya con Esperanza Aguirre en el Gobierno autonómico. Ausbanc siguió dada de alta en el registro regional de asociaciones de consumidores durante los gobiernos de Aguirre y también bajo la presidencia de Ignacio González. Tampoco se le retiró el reconocimiento de organización de usuarios con la llegada de Cristina Cifuentes. La expulsión del registro sólo se ha producido como consecuencia de la detención y encarcelamiento de Pineda, acusado entre otros delitos de organización criminal, extorsión, amenazas y fraude en subvenciones.
El auto dictado el pasado 18 de abril por el titular del Juzgado Central de Instrución Uno de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, señala que «en prácticamente todas las subvenciones analizadas se exigía como condición ineludible el no tener ánimo de lucro en sus actividades», algo que «no se cumplía».
Al menos 1,5 millones de euros entre 2004 y 2012
Hemos rastreado las páginas web de la Comunidad de Madrid y su Boletín Oficial, tanto con sus respectivos buscadores como a través de Google, para localizar las subvenciones recibidas por Ausbanc. La información a la que hemos accedido va mucho más allá de la que aparece en el auto del juez Pedraz. Nuestra búsqueda nos ha permitido encontrar dieciséis de las subvenciones que le fueron otorgadas entre 2004 y 2012, que suman 1.480.961,68 euros.
Al hacerse pasar por asociación de usuarios -y el Gobierno autonómico reconocerla como tal-, Ausbanc pudo acceder a las convocatorias de subvenciones destinadas al movimiento de defensa de los consumidores.
A las subvenciones de la Dirección General de Consumo concurrían cada año hasta trece asociaciones de la comunidad. Ausbanc fue la más beneficiada por estas ayudas entre 2010 y 2012, después de que en 2009 ocupase el tercer puesto.
En 2009 recibió 96.469,95 euros de la citada Dirección General (dos subvenciones de 51.600 y 44.869,95) más otros 14.500 por participar en la Junta Arbitral de Consumo Regional. En 2010 fueron 144.464,62 euros (dos subvenciones de 94.464,62 y 50.000). En 2011, 98.096,54 (dos subvenciones de 50.000 y 48.096,54). Y en 2012, 63.949,12 euros, (dos subvenciones de 42.500 y 21.449,12).
La búsqueda online no ofrece los resultados detallados de años anteriores en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid. Así, tan sólo hemos podido localizar, a través de documentos de la Dirección General de Consumo colgados en la web de la Comunidad, una subvención de 21.486,04 euros de 2014 y otra de 51.600 de 2007, además de 14.500 euros por la participación de Ausbanc en la Junta Arbitral de Consumo en 2008.
Pero Ausbanc no sólo tuvo acceso al mismo tipo de subvenciones que se adjudicaban a las auténticas asociaciones de usuarios. La Consejería de Empleo y Mujer también otorgó a Ausbanc Empresas (Asociación de Usuarios de Servicios Financieros), al menos en tres años, ayudas a acciones orientadas para el empleo y el autoempleo -denominadas OPEA, con fondos de la Unión Europea-. Fueron 309.774,96 euros en 2004, 194.000 euros en 2007 -en este caso, el importe lo publicó ese año Extraconfidencial.com– y 447.567 euros en 2008. En total, 951.342 euros.
En 2004 recibieron estos fondos sesenta y cinco entidades y Ausbanc ocupó el número siete entre las más subvencionadas. Recibió una cantidad similar a la que fue a parar a CCOO. Ese año, al frente de la Consejería de Empleo y Mujer estaba Juan José Güemes. En 2008, siendo ya consejera la actual presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados, el montante recibido por Ausbanc fue el tercero más elevado ese año.
El auto de Pedraz menciona una de estas subvenciones, la de 2004, y señala que Ausbanc Empresas, «aunque en sus estatutos tiene incluidos el asesoramiento, orientación, información y formación de personas físicas, jurídicas, empresas y profesionales en general, con especial atención a sectores específicos de la población como son los desempleados, inmigrantes, incapacitados y mujeres, en materia de empleo y autoempleo, salud, medio ambiente y consumo en general; su actividad principal se centra en la defensa de los consumidores y usuarios bancarios por lo que se desconoce si, en el momento de la subvención, estaba capacitada para poder atender las necesidades que se requerían, por no ser ese el fin principal de la asociación».
También plantea el auto que Ausbanc podría haber hinchado su número real de socios para lograr acceder a subvenciones. «No se llegaría al número de asociados exigido en alguna convocatoria (10.000 en el caso de las subvenciones otorgadas por el Instituto Nacional de Consumo), ya que analizadas las cuentas anuales presentadas por la Asociación, ese número de socios no parece posible vista la cantidad económica declarada en las mismas al respecto de sus aportaciones».
Publicado originalmente en Sabemos.