La gran estafa de la liberalización eléctrica

La gran estafa de la liberalización eléctrica

Nos vendieron la liberalización del sector eléctrico como la panacea para que el libre mercado nos regalara bajadas tarifarias. Aznar dejó su particular herencia envenenada a Zapatero, que la dio por buena y siguió adelante con un proceso que ahora Rajoy puede acabar culminando tras quince años de brutales incrementos en los recibos que pagamos los usuarios y unas mareantes puertas giratorias por las que han pasado expresidentes, exministros y ex secretarios de Estado reconvertidos en consejeros de las grandes multinacionales del sector energético.

La liberalización ha sido una gran estafa. Y la subasta que determina las tarifas, una trampa que nadie en su sano juicio podría creerse como un mecanismo para fijar los precios de forma razonable. Y «razonable» es la tarifa que según la directiva europea del sector eléctrico deben garantizar todos los Estados miembros.

Precisamente por incumplir éste y otros preceptos de la normativa europea, FACUA ha remitido una denuncia contra el Gobierno de España al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.

En su denuncia, FACUA advierte de que tanto el actual Gobierno como el anterior no han garantizado la protección de los consumidores vulnerables ni unos precios de la electricidad «razonables, fácil y claramente comparables, transparentes y no discriminatorios». Como tampoco han hecho nada para evitar que en el último año las eléctricas hayan efectuado cerca de un millón y medio de cortes de luz por impago.

Aquí nadie compite. Porque ningún gobierno ha obligado a las grandes eléctricas a hacerlo. Son un oligopolio que gana decenas de miles de millones de euros cada año mientras los usuarios sufrimos sus abusos, tanto tarifarios como en sus prácticas comerciales y su creciente maltrato a quienes reclaman el cumplimiento de sus derechos.

Uno de cada cuatro usuarios ha presentado al menos una reclamación contra su eléctrica en el último año y la tercera parte ni siquiera recibió respuesta, según la última encuesta de FACUA.

Y encima, las compañías tienen la desfachatez de utilizar las subidas para ofertarnos supuestos descuentos si contratamos sus tarifas del mercado libre. Otro fraude con el que los recibos pueden aumentar hasta un 16%.

Tras el 78% de subida que se ha producido en sólo una década, en el primer trimestre de 2014 nos toca pagar otra más. Con el incremento del 2,3% anunciado este viernes por el presidente del Gobierno, el usuario medio sufriría otros dolorosos 1,78 euros que engordarán cada mes el precio de la luz. Aunque habrá que esperar a la publicación de la tarifa en el BOE para verificar el aumento exacto que se produce en el término de potencia (kW) y el de energía (kWh).

Los consumidores no podemos permanecer de brazos cruzados ante una agresión que no va a llegar a su fin. Debemos dar una respuesta. La primera de ellas ha sido el #apagón30D, convocado por FACUA el lunes 30 de diciembre a las 19.00 horas (las 18 horas en Canarias). Un apagón masivo de una hora, por dignidad, por solidaridad contra los cientos de miles de ciudadanos a los que les han apagado la luz a la fuerza porque ya no tienen para hacer frente a los recibos. Porque todavía podemos cambiar las cosas.

Artículo publicado originalmente en mi blog Consumidor indignado, en Publico.es.