Los girapuertas de la energía

Los girapuertas de la energía

Numerosas grandes empresas representan un albergue de lujo para ex primeras y segundas espadas gubernamentales. Los fichan como agradecimiento por los servicios prestados, para utilizar sus influencias con los responsables del nuevo Gobierno o, sencillamente, para valerse de su enorme conocimiento del sector y su capacidad profesional.

Esto último es lo que sin duda ocurrió con José María Aznar en enero de 2011. Su condición de «abogado en ejercicio» debió ser determinante para que Endesa lo fichase y comenzase a pagarle unos 200.000 euros anuales por colaborar “en temas puntuales” para América Latina. Nada tenían que ver el previsible e inminente regreso del PP al poder ni que el expresidente del Gobierno hubiese culminado la privatización de Endesa y diseñado el proceso de liberalización que tantas alegrías ha traído al sector energético. Además, Gas Natural tenía a Felipe González desde hacía un mes antes y ellos no iban a ser menos.

Cuando hacía de ministro de Economía y Hacienda con el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Solbes no apoyó que a Endesa la comprara otra empresa española, sino la italiana Enel, que fue la que ganó la puja a Gas Natural y a los alemanes de E.On. Y fíjate tú qué casualidad, los nuevos dueños de Endesa acabaron contratando a Solbes como consejero. Lo fichó justo tras los dos años que la legislación española exige que deben transcurrir para que un ex alto cargo pueda trabajar para una empresa privada.

Con Elena Salgado no quisieron esperar tanto y Endesa la contrató pocos meses después de que en 2012 dejase su cargo como ministra de Economía y Hacienda y vicepresidenta en el segundo mandato de Zapatero. Para hacerlo, utilizaron la argucia de que no iba a asesorar a una empresa española, sino a una filial en el extranjero, la eléctrica chilena Enersis.

Todo esto es lo que los anglosajones bautizaron como revolving door, una puerta giratoria de la que se sirven los que realmente dictan las decisiones políticas para tener legalmente a sueldo a los títeres que las aprobaron o a los que podrían hacerlo en el futuro. Porque otro de los motivos por el que las compañías fichan a antiguos altos cargos es que nunca se sabe si pueden volver al poder político.

La lista de ejemplos sólo en España es tan larga que da para escribir varios libros y rodar unas cuantas películas. Así que para no perdernos, sigamos con Endesa. En junio de 2009, incorporó a su consejo de admininistración al ex secretario de Estado de Economía en el segundo gobierno de Aznar, Luis de Guindos. El cargo como externo independiente le permitió ser su tercer consejero mejor pagado. Cobró nada menos que 368.000 euros sólo en 2011, el año que dejó ésta y otras compañías, como Lehman Brothers, para fichar por una que le permitiría ganar mucho más, aunque cobrando sólo 68.981 euros anuales. Rajoy lo contrató como ministro de Economía y Competitividad.

_____

Éste es uno de los #101fraudes de mi libro DEFIÉNDETE.